logoIntroduzca su email y recibirá un mensaje de recuperación de su contraseña






                    




articulo

La EdC en hechos

Victoria Gómez


pdf

Otro ADN en la gestión Empresarial 

«¿Cómo ayudarnos entre personas que, sin ser propietarios, afrontamos los retos de la responsabilidad de tomar decisiones empresariales? Se me ocurrió crear un grupo donde compartir preocupaciones y experiencias», cuenta Alex Roche, directivo en una multinacional. Por su parte, Carlos Fernández, ingeniero y consultor, deseaba un espacio entre profesionales donde la EdC pudiese iluminar la gestión de empresas. Nació el Grup de Gestió Empresarial, en Barcelona, que cada dos meses, desde hace 24 años, alimenta el diálogo, la confianza y la comunión empresarial.  
 
Alex: «El resultado lo ves al volver a tu trabajo con más criterios y mayor claridad, sabiendo que puedes contar con la gente del grupo. Un momento crítico de mi carrera fue cuando la empresa iba a despedir a 300 personas porque la producción se movía de España a China. Formando parte del comité de dirección me interrogué si tenía que unirme a la huelga. Llamé a una persona del grupo para pensar en voz alta... Me iluminó. Ese día tenía una presentación ante el director general y dije a mi jefe que no la hacía, que me sumaba a la huelga. Son decisiones que dejan marca y aclaran que no estás disponible para cualquier cosa».
 
Carlos: «En un momento crítico de mi empresa de tecnología avanzada con proveedores internacionales, uno de mis clientes me pide que le ayude a conseguir esa tecnología. Un dilema, porque yo perdería parte del mercado. Pero mi prioridad siempre habían sido las personas, en este caso con necesidad empresarial. Acepté y ofrecí también formación, aunque conllevase perjuicio económico. Sin preverlo, se me abrieron muchos otros mercados y hoy soy el principal referente de esa tecnología en España. Un salto que llegó por ayudar a otros y olvidarme de mi beneficio.
»El impacto en los pobres es indirecto. Con el Grupo tratamos de promover células económicas sanas, con el ADN de la fraternidad, poniendo la persona en el centro. Los espacios sanos de convivencia económica contribuyen a reducir la pobreza».
 
https://sway.com/eI3BlxcDmsFlTN2l?ref=Link
https://sway.com/H32Hs6UQRDhtwlYR
 
 

Más allá del vestido blanco

«Para ser libres de funcionar como EdC montamos un taller de alta costura en 1998. Trabajamos para novias, madrinas, puestas de largo... No son vestidos baratos y viene gente famosa, pero no es nuestra meta –cuenta Sole Alonso –, deseamos que cada persona se sienta especial, también las jóvenes a las que el vestido les cuesta lo que puedan pagar. Me vale la regla de oro: Haz a los demás lo que quisieras te hagan a ti».
«Hasta el 2007 todo fue sobre ruedas –prosigue–. Con la crisis siguieron años muy duros. Tuve que despedir a casi todo el personal, pero sabían que pagaba los despidos con la hipoteca de mi casa. Algunas se hicieron autónomas y siguen conmigo. La espiritualidad de Chiara nos ayudó a vivir con presencia de ánimo, justicia y verdad.
 
»No transijo en la transparencia. Un asesor nos propuso dos contabilidades para ahorrar impuestos, pero ante su asombro le precisé: “al César lo que es del César; a Dios lo que es de Dios”. Compartíamos parte de los beneficios con los pobres y se logró el tendido eléctrico para un pueblo aislado en un país africano.
 
»Remontamos en 2016 a base de austeridad, dedicación y trabajo. Y creamos otra empresa, Algo de Jaime, basada en los dibujos de nuestro segundo hijo, que es autista, imposibilitado para comunicar y socializar. Le gusta dibujar, un modo de expresarse que nos encanta. Empezamos con camisetas, se interesó Zara y hoy diez empresas, con nuestra marca, fabrican desde material de papelería hasta objetos de decoración o ropa. Parte de los beneficios van a un fondo con el que construir viviendas y un centro de trabajo para personas con autismo. Está siendo muy emocionante». 
 
https://solealonso.com/  https://www.instagram.com/algodejaime/ 
 
 

Empresarios de comunión y libertad

«La EdC me fascinó en su momento, pero no era para mí, con tres hijos pequeños y un buen empleo –cuenta Jesús Laso–. Aunque muy en voz baja me dije: soy cobarde, hasta que no me echen del trabajo no tendré valor para lanzarme. A la semana siguiente tuve que hacer frente a mis palabras: me despidieron. 
 
»Con mi mujer, y no sin dificultades, desde 1994 nos dedicamos a la asesoría de laboratorios de análisis (forenses, agroalimentarios, medioambientales...) y a dar formación. Tuvimos que aprender a ser empresarios y, como sin amor no existe comunión, nos entrenamos a poner la mirada en el otro: valorar salarios, alternativas a despidos, clientes, proveedores, precios, pagos, relaciones a largo plazo, y a la competencia hemos ofrecido cursos conjuntos y nuestro Know How.
 
»En los últimos años, a través de la ONG Levántate y Anda, hemos conocido a un profesor de español de Costa de Marfil. Quería mejorar las condiciones de su gente con un paritorio. Así que estudiamos el proyecto y le ofrecimos la suma necesaria para ponerlo en marcha. No se lo creía. Tuve que explicarle que eran los beneficios de la empresa, y eso resultó aún más radical. El paritorio, construido por los habitantes, cristianos y musulmanes, es hoy símbolo de la convivencia.
 
»En los últimos años los beneficios de nuestra empresa se han multiplicado por diez y, junto con otros empresarios de EdC, hemos creado la Internacional de Comercio de Comunion. Después de evaluar proyectos con empresarios congoleños en 2019 hemos invertido juntos en una nueva empresa que transporta alimentos desde Kinshasa a pueblos distantes.
 
Cuando hay poco dinero para repartir, es fácil dar; cuando hay mucho, se tienen más razones para frenar. La alegría viene de elegir esa “pobreza voluntaria” que genera la riqueza para otros».




  SÍGANOS EN LAS REDES SOCIALES
Política protección de datos
Aviso legal
Mapa de la Web
Política de cookies
@2016 Editorial Ciudad Nueva. Todos los derechos reservados
CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

facebook twitter instagram youtube
OTRAS REVISTAS
Ciutat Nuova