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Esteban Vicente y José Guerrero

Clara Arahuetes

Segovia: Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente, hasta el 2 de junio. Oviedo: Museo de Bellas Artes de Asturias, del 20 de junio al 22 de septiembre. Granada: Centro José Guerrero, del 10 de octubre al 12 de enero de 2020.


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En los años cuarenta surge en Nueva York el Expresionismo Abstracto, primer movimiento artístico que puede considerarse genuinamente americano, convirtiendo la ciudad en la capital mundial de la creación artística, en sustitución de París, que había sido símbolo de renovación y vanguardia desde finales del siglo XIX. En esos años muchos creadores se exilian al continente americano, en el caso de España debido a la guerra civil y la posguerra y en el caso de Europa a la represión nazi. Así lo hicieron José Guerrero y Esteban Vicente en busca de «fortuna y libertad» al otro lado del Atlántico. 

 
El Centro José Guerrero de Granada y el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia, junto con Acción Cultural Española y el Museo de Bellas Artes de Asturias, han preparado la exposición Guerrero/Vicente. En ella se pone en dialogo la obra de los dos únicos españoles que formaron parte de una de las corrientes artísticas más importantes del siglo XX, el Expresionismo Abstracto Americano. La muestra pone de manifiesto las similitudes y las diferencias entre ambos, y se trata de algo excepcional pues hasta ahora se había estudiado a cada uno individualmente, dada su gran personalidad artística. 
 
Esteba Vicente nació en 1903 en Turégano, Segovia, y José Guerrero en 1914 en Granada. Los dos estudiaron en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. El segoviano en los años 20, rodeado de los «pintores poéticos» en torno a la generación del 27, y el granadino en los años 40, marcado por Daniel Vázquez Díaz. Después se marcharon a París, donde confluía la vanguardia artística europea, y a los dos les atrajo Matisse, el cubismo y la Escuela de París.
 
Ambos iniciaron su andadura artística con la representación realista que paulatinamente se fue acercando a la abstracción. También coincidieron en casarse con norteamericanas y esto facilitó su marcha a Estados Unidos. Esteban Vicente llegó en 1936 y Guerrero en 1949.
 
Pese a la diferencia de más de diez años en llegar al continente americano, su inicio en la abstracción relacionada con la Escuela de Nueva York se produjo en el mismo año, 1950. Allí conocieron a William de Kooning, Jackson Pollock, Mark Rothko, Franz Kline y Barnett Newmann.
 
El crítico Clement Greenberg y el historiador Meyer Shapiro seleccionaron la obra de Esteban Vicente para la exposición Talent en la Kootz Gallery, lo que supuso su presentación al expresionismo abstracto. En ese momento la pincelada es suave y meditada, pues no compartía los grandes brochazos sobre el lienzo que utilizaban algunos de los pintores norteamericanos. A finales de 1950 investigó el modo de atrapar la luz en el lienzo y el resultado son obras en las que el color y la luz dominan la composición.  
Por su parte, José Guerrero se instaló en Greenwich Village, donde había una importante colonia de artistas, y enseguida contactó con la galerista Betty Parsons. El granadino compartió con los norteamericanos la importancia que daban a la acción de pintar. La materia se convirtió en uno de los elementos fundamentales de su trabajo como vemos en la utilización de la pincelada gruesa y en la importancia que da al color para estructurar la obra.
 
La exposición Guerrero/Vicente, con más de sesenta obras, se centra en tres momentos de los dos artistas. Los inicios pictóricos en clave figurativa, con una selección de sus paisajes, muestra escenas urbanas y rurales en las que se ve una progresiva inclinación hacia la abstracción. Esto se produce en ambos artistas en los años 50 y para los dos fue determinante la exploración plástica en papel, Vicente con el collage y Guerrero con el grabado. Por último en los años 70, cuando ya habían alcanzado plena madurez, cada uno asume a su manera las enseñanzas del expresionismo abstracto. Guerrero concedía gran importancia al espacio, sus límites, las fronteras entre planos y las zonas en las que los colores se interrelacionan, mientras que Vicente crea formas que flotan en el espacio y en  las que trabaja la gradación y saturación del color y la luz. 
 
La muestra se completa con tres grandes maestros del siglo XX, Juan Gris, Joan Miro y Mark Rothko, cuya obra fue clave a la hora de definir el lenguaje definitivo de Vicente y Guerrero.
 
José Guerrero falleció en Barcelona en 1991 y Esteban Vicente en 2001 en Bridgehampton (Long Island), sus cenizas reposan en el jardín de su Museo segoviano. Ambos pintores pusieron a disposición del público español las colecciones que habían atesorado, con la idea de fundar sendos centros de arte contemporáneo que difundieran e impulsaran la creación artística. En 1988 se abrió el Museo Esteban Vicente de Segovia y dos años más tarde el Centro José Guerrero en Granada.




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