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CINE: Dos días, una noche - DVD

José Luis Panero

Los hermanos Dardenne, Jean-Pierre y Luc, escriben y dirigen también a dos manos Dos días, una noche, que se estrenó el 24 de octubre pasado.


Tres años después de filmar El niño de la bicicleta (2011), galardonada en Cannes, los sexagenarios hermanos Dardenne, Jean-Pierre y Luc, escriben y dirigen también a dos manos Dos días, una noche, que se estrenó el 24 de octubre pasado, y de nuevo confirman su talento en este drama social sobre las vicisitudes del paro y las consecuencias de la soledad, en una clara propuesta optimista de carácter intimista.

 

La película –distribuida por Wanda films– sigue los pasos de Sandra, una mujer casada y con dos hijos, a la que, a causa de una baja por depresión, han despedido tras reincorporarse al trabajo. Su jefe ha presionado a sus compañeros para que voten por echarla de su puesto a cambio de recibir una cuantiosa prima. Acompañada de su marido, los visita a todos ellos rogándoles que renuncien a la paga para poder ser readmitida y vivir con dignidad.

 

La oscarizada Marion Cotillard, una de las mejores actrices francesas del momento, demuestra su exitosa capacidad actoral en el papel de Sandra, sobre cuyo personaje gira la historia. Los Dardenne, fieles a su estilo independiente y a su personalidad en el dominio de la cámara, acentúan el buen resultado del conflicto gracias a su atractiva propuesta desde el guión. En este sentido, la estructura del relato despliega dos líneas temporales, una que reúne las situaciones en las que Sandra se ve envuelta para salir adelante, y otra en las que sale a relucir su vida interior.

 

Además, en esta película los Dardenne tienen un modo personal de mirar a sus personajes y de esta manera construyen una personalísima e interesante historia, que en manos de otros realizadores hubiese resultado fallida. Y al mismo tiempo aciertan en la dirección de actores y en la buena química entre los protagonistas y los secundarios.

 

A esta suma de virtudes se añade una conseguida puesta en escena realista, que capta muy bien los sinsabores de la insatisfacción y la infelicidad de todos sus personajes. La casi ausencia de música en el filme potencia su dramatismo y su atmósfera asfixiante.

 

No obstante, el filme queda lastrado por un arranque muy inestable en su tempo, pero después se recupera hasta conseguir un resultado bastante fresco y muy ágil. Queda, pues, una muy buena propuesta cinematográfica de contenido crítico, muy actual para los tiempos que vivimos y muy indicada para reanimar conciencias.

 

Otros estrenos recomendables:

 

Interstellar (Christopher Nolan, 2014). Drama de ciencia ficción. Narra las aventuras de un grupo de exploradores que hacen uso de un agujero de gusano, descubierto recientemente, para superar los límites hasta ahora conocidos por la humanidad. 7 de noviembre.

 

 

Matar al mensajero (Michael Cuesta, 2014). Thriller basado en hechos reales. La película narra la vida de Gary Webb, un reconocido periodista ganador de dos premios Pulitzer que acusó a la CIA de estar involucrada en una operación de narcotráfico en Los Ángeles y fue asesinado en 2004. 14 de noviembre.

 

Los Juegos del Hambre: Sinsajo - Parte 1 (Francis Lawrence, 2014). Drama de ciencia ficción. El filme sitúa a Katniss Everdeen en el Distrito 13, tras, literalmente, destrozar los Juegos para siempre. Bajo el liderazgo de la presidenta Coin y contando con las advertencias de los amigos en quien confía, Katniss expande sus alas al tiempo que lucha por salvar a Peeta y a una nación conmovida por su coraje. 21 de noviembre.

 

DVD: Vivir (Akira Kurosawa, 1952)

 

De la mano de la distribuidora A contracorriente films, traemos a estas páginas Vivir, gran clásico del cine japonés, perteneciente al neorrealismo de ese país, que ha sido restaurado para alta definición.

 

Vivir sigue las andanzas de Kanji Watanabe, un envejecido burócrata a quien diagnostican una enfermedad en fase terminal. Ante esta desesperada situación, Watanabe se da cuenta del tiempo que ha malgastado en su vida y empieza a recapacitar para encontrar sentido a sus últimos días.

 

Conectada inevitablemente con Umberto D., de Vittorio de Sica (1952), uno de los filmes paradigmáticos del neorrealismo italiano, la película de Kurosawa posee, pese al aparente pesimismo existencialista de su planteamiento, un mensaje más optimista que el de su contemporánea italiana. Vivir representa la historia de la victoria existencial de un individuo de camino al olvido, en el marco de una sociedad entumecida por la pasividad de los organismos gubernamentales, evidente denuncia contra la situación de crisis social y económica que atravesaba el Japón de la posguerra.

 

Naturalmente, muere satisfecho quien no se avergüenza de lo que ha vivido; muere contento quien obtuvo de la vida lo que ésta daría de sí; muere ufano quien, tras aceptarse como suma de sus propias cicatrices –como diría Sartre– sabe que el absurdo de vivir se compensa con creces con la gloria de trascender.

 

Obra maestra del cine universal, Vivir es una película que nos conmueve y que nos eleva ante la vida. Un estudio experimental en los años 80 demostró que las personas que habían visto esta película tenían una reducción significativa del miedo a la muerte. ¡Imprescindible para vuestra videoteca!





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