Tirando el dado en Irlanda
Emilie Christy y Ann Marie Foley (Living City)En preparación al 50º Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Dublín en junio pasado, el «Dado del Amor» se introdujo en más de 40 escuelas primarias de toda Irlanda.
Leah explica lo que significa ser el primero en amar: «Ayer mi amiga me empujó y yo la empujé también. Como no me pidió perdón, me enfadé con ella y me fui. Luego volví y le pedí perdón, y ahora volvemos a ser amigas. Así se es el primero en amar».
«Ser el primero en amar» es una de las frases, basadas en el Evangelio, escritas en las seis caras del «Dado del Amor», un proyecto educativo que se está extendiendo por todo el mundo, y especialmente en Irlanda. Cuando tiran el dado, los niños (y sus maestros con ellos) toman la frase que sale al azar como su lema personal y para toda la clase, lema que deberán poner en práctica durante el día.
Grainne probó los efectos del dado: «El lunes un niño me dio un balonazo en el pecho, pero sin querer. Tenía que respirar muy despacio. Otro niño, Jamie, vino a preguntarme si me pasaba algo. Vi que así él se “hacía uno” conmigo y me sentí mejor y nos volvimos juntos a clase».
En preparación al 50º Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Dublín el pasado mes de junio, el proyecto del «Dado del Amor» se introdujo en más de 40 escuelas primarias de toda Irlanda. Áine Jordan, miembro del equipo central que impulsa el proyecto, explica: «Algunos maestros y padres fuimos invitados a reflexionar sobre el tema del Congreso Eucarístico: “La Eucaristía: comunión con Cristo y entre nosotros”, y nos dimos cuenta de que el “Dado del Amor” podía ayudarnos a responder concretamente cada día a la llamada que Jesús, a quien recibimos en la Eucaristía, nos hace capaces de amarnos como Él nos amó».
El proyecto recibió publicidad en la web del Congreso Eucarístico Internacional, y el equipo impulsor quedó sorprendido ante la respuesta de los colegios. «Últimamente hemos hablado con una representante de la asociación de profesores de religión de enseñanza primaria que nos dijo que el dado se está usando en las escuelas de su diócesis con óptimos resultados. Querría que presentáramos el “Dado del Amor” en la reunión anual de la asociación en septiembre».
A finales del curso pasado, unos 2.500 niños tiraban el «Dado del Amor» cada mañana en más de 40 escuelas primarias de toda Irlanda, tanto en pequeñas escuelas rurales como en grandes escuelas urbanas. Dada la demanda, el dado se está produciendo ahora también en gaélico para las escuelas en que todas las asignaturas se enseñan en ese idioma.
El dado está demostrando ser capaz de cambiar los comportamientos, empezando por el de los pequeños, y da esperanza de que la civilización del Amor que Juan Pablo II reclamaba pueda llegar a ser una realidad.
«Este año estoy trabajando con ocho alumnos de 12 y 13 años con necesidades especiales que se están preparando para recibir el sacramento de la confirmación», explica un profesor de una escuela católica. Varios de estos chicos tienen síndrome de Asperger, una forma de autismo que afecta a su comportamiento y a su interacción y relación con los demás. «En general, los alumnos muestran interés y participan activamente en clase. Las típicas cuestiones que suscitan y sobre las que preguntan son por qué Dios permite el sufrimiento, para qué confirmarse, en qué creemos realmente, etc. Aunque tal vez tenían poca experiencia en vivir su fe en el día a día, estaban muy dispuestos a rezar y a llevar a cabo las actividades que les proponía en clase».
Pero llegó un momento en que este profesor se dio cuenta de que faltaba algo. «¿Cómo podía hacer que esa preparación a la confirmación fuese más real y relevante para los niños y para mí?». Comentándolo con un amigo que había usado el «Dado del Amor», decidió probarlo en clase. Con muy poca introducción, los alumnos empezaron a tirar el dado. Todos estaban deseando contar la historia de cómo lo habían puesto en práctica durante el día.
Esto es lo que Jake contó una mañana: «Estaba con unos amigos cuando llegó un chaval no muy agradable, me pidió que le dejara dar una vuelta en mi motocicleta y empezó a meterse con todos. Mis amigos me dijeron que no se la dejara, pero después de que se fueron, este chaval seguía allí, y entonces me acordé de que ese día al tirar el dado en el colegio salió “ama a tu enemigo”. Así que le dejé dar una vuelta. Cuando mis amigos le vieron pasar con mi moto, se sorprendieron mucho, pero yo había decidido actuar con madurez».
Después de escuchar algunas experiencias como ésta, este profesor decidió leer a fondo el material que le habían proporcionado con el «Dado del Amor» y vio que en las orientaciones para el profesor había ideas para poner en práctica en relación con cada cara del dado.
«Exploramos qué más podíamos hacer con el dado –cuenta el profesor– y los chicos decidieron tirar el dado todos los días. Yo le pedí a la clase que les hablaran del “Dado del Amor” a los alumnos de un curso inferior. Durante la ceremonia de la confirmación, después de hablarles del dado a los padres y a sus familias, se hizo una presentación para los más pequeños que se están preparando para recibir la primera comunión. De esta manera, los alumnos de confirmación están viviendo su propio Pentecostés a través de la experiencia de transmitirles la fe a otros niños».
«Lo importante del “Dado del Amor” es que los niños no sólo están aprendiendo seis frases basadas en el Evangelio, sino que están aprendiendo a poner el evangelio en práctica en su vida escolar», afirma Declan O’Brien, director jubilado de St. Conleth’s Primary School en County Kildare. Le parece interesante también como un modo de transmitir los valores evangélicos a los niños que aun siendo alumnos de escuelas católicas profesan otras religiones o ninguna. «Al parecer, nadie tiene problemas con el uso del “Dado del Amor”», afirma Declan.
LÉANOS
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