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ALIMENTACIÓN

Pepe Cascos

El membrillo
La manzana común es un concentrado de salud, una fruta muy preciada por prevenir varias enfermedades. Según investigaciones recientes, la quercetina, que es un pigmento natural presente sobre todo en la manzana, el arándano y la cebolla, hasta podría proteger a las células nerviosas de los daños que causan los oxidantes. Ahora bien, si hablamos del membrillo, hay que señalar sus diferencias con las manzanas normales, pues tiene otras características. El membrillo tiene una pulpa muy dura y contiene algunas sustancias que lo vuelven tan amargo que no se puede comer crudo, sino sólo después de cocerlo. Este tipo de manzana procede de Asia occidental. Los antiguos griegos conocían el membrillo y apreciaban su perfume. Según el testimonio de Solón, poeta y político griego que vivió en el siglo VI a. C., el membrillo tenía un papel protagonista en las ceremonias de boda y hay que identificarlo con los pomos representados en el templo de Zeus en Olimpia. A partir del siglo III a. C. y durante un largo periodo, el membrillo se utilizó sobre todo para combatir la disentería y se le consideraba antídoto contra algunos venenos. Después de 1600, en Europa se empezó a usar el membrillo sobre todo en la industria confitera para la preparación de mermeladas. El membrillo es un árbol bastante pequeño, cultivado hoy en día en toda Europa, y es bonito por sus hojas ovaladas de color verde oscuro y por sus flores rosáceas. Las semillas, que además de mucílago contienen azúcar, tanino y un glucósido, se usan en determinadas preparaciones como emolientes y están inscritos en la farmacopea suiza y francesa. Además de contener mucho tanino, rastros de vitamina A, vitaminas PP y C, el membrillo posee mucha fibra y pocos azúcares y es muy rico en pectina, una sustancia que tiene una importancia práctica como gelatinizante natural para jarabes y mermeladas. Según Valnet, famoso naturista francés, se aconseja particularmente en las inapetencias y en las insuficiencias hepáticas. De este fruto, que se consume siempre cocido, también se utiliza el agua de cocción con o sin edulcorante añadido, pues es muy beneficiosa. En las mucosas intestinales el membrillo tiene, al mismo tiempo, propiedad emoliente y astringente por el contenido de pectina y de tanino, y por lo tanto es muy indicado en los trastornos intestinales, sobre todo de sujetos débiles (convalecientes, niños y mayores).



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