logoIntroduzca su email y recibirá un mensaje de recuperación de su contraseña






                    




articulo

Resultados clarificadores en tiempos de incertidumbre

Daniel Ortiz i LLargués

Una lectura de los resultados electorales en Cataluña
La crisis económica de los últimos tres años ha causado estragos en el tejido productivo catalán. Esto se ha traducido en más paro y mayores tensiones sociales, en especial entre los colectivos más castigados: jóvenes, mujeres, inmigrantes. A su vez, el gobierno de la Generalitat dispone de menos recursos y se ve obligado a realizar un enorme esfuerzo de contención del gasto: el presupuesto de 2011 será, por primera vez en la historia, menor que el del año anterior, con una reducción del 10%, equivalente a 2.700 millones de euros. En este contexto, las elecciones municipales han hecho emerger algunos discursos basados en la demagogia, la xenofobia y el cinismo, construidos sobre planteamientos políticos irresponsables. No obstante, los resultados del 22 de mayo en Catalunya resultan clarificadores. Por primera vez, CiU ha ganado unas elecciones municipales en Catalunya. Ha logrado el 27,1% de los votos y 3.860 concejales: ha ganado en 29 capitales de comarca (incluidas ciudades “nuevas” como Girona o Reus) y, lo más sobresaliente, también en Barcelona, después de treinta y dos años de gobierno socialista. Finalmente, y no por ello menos importante, gobernará también las cuatro diputaciones catalanas, inclusive, por primera vez, la potente Diputación de Barcelona. El PSC ha obtenido el 25,1% de los votos y un total de 2.117 concejales, pero continúa el retroceso iniciado en anteriores citas electorales. Ha ganado con holgura en ciudades tan relevantes como LLeida y Tarragona, o, con menos rotundidad, en Sabadell y Terrassa, pero adolece de falta de liderazgo y acusa gravemente sus propias contradicciones en la relación Catalunya-España, así como el desgaste de los dos gobiernos tripartitos. El PP conquista la tercera posición, logrando sus mejores resultados con el 12,7% de los votos y 473 concejales, creciendo en las cuatro capitales de provincia y ganando en ciudades importantes del área metropolitana como Badalona y Castelldefels. ERC, con una pérdida de casi 80.000 votos, pasa del 11,7% al 8,9% y obtiene 1.384 concejales. En Barcelona, pese a las alianzas con otros grupos independentistas, pasa de 4 a 2 concejales. Estos malos resultados han provocado ya la dimisión en bloque de toda la ejecutiva del partido, a la espera del próximo congreso, en otoño. Finalmente, ICV ha obtenido el 8,4% de los votos y 398 concejales, principalmente en el área metropolitana, logrando pasar de 4 a 5 concejales en Barcelona, pese a haber sido partido de gobierno junto al PSC. En suma, estos resultados consolidan y refuerzan el cambio político iniciado en Catalunya el 28-N de 2010. Ante los formidables retos del presente y las incertidumbres del futuro, los ciudadanos han depositado de nuevo mayoritariamente su confianza en CiU, a pesar de las medidas impopulares anunciadas por el gobierno de Artur Mas (los famosos e inevitables “recortes” presupuestarios). Al parecer, la ciudadanía agradece que se le diga la verdad, aunque ésta sea poco confortable y requiera importantes sacrificios, siempre y cuando el objetivo merezca la pena y la hoja de ruta esté clara. A partir de ahora CiU tendrá más poder que nunca, pero también mucha más responsabilidad. La ciudadanía vigilará de cerca el ejercicio de este poder y exigirá eficacia, responsabilidad y buen gobierno. Finalmente, la cifra de participación electoral, un 55% (algo más de 1 punto superior al 2007), sin ser nada del otro mundo, parece confirmar una de las conclusiones más relevantes del estudio «Valors tous en temps durs» (2011), elaborado por la Càtedra Lideratges de ESADE y la Fundació Lluís Carulla: «aumenta el grado de interés por la política y la participación informal de los ciudadanos, pero también es creciente la desafección hacia la clase política y sus instituciones (…) Se expresa un profundo sentimiento demócrata pero una gran insatisfacción con el desarrollo de la democracia en nuestro país». Daniel Ortiz i LLargués Profesor asociado del Dpto. de Ciencias Sociales de ESADE



  SÍGANOS EN LAS REDES SOCIALES
Política protección de datos
Aviso legal
Mapa de la Web
Política de cookies
@2016 Editorial Ciudad Nueva. Todos los derechos reservados
CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

facebook twitter instagram youtube
OTRAS REVISTAS
Ciutat Nuova