Cuaresma y ramadán / Impotencia / Estados nacionales y Europa / Aprobado con nota
Cuaresma y ramadán
En relación con el editorial del número de abril de Ciudad Nueva, «¿Ramadán cristiano?», quisiera comentar que el año pasado me encontraba en Pakistán justo durante el mes del ayuno islámico. Nunca me hubiera imaginado que hasta la televisión estatal se adaptase a las exigencias de esta tradición. Siendo europea, tengo que confesar que ese ambiente tan especial me emocionó y me dejó edificada... Y me hizo pensar en la Cuaresma: ¿quién se ha dado cuenta aquí de que estábamos celebrándola? Les doy las gracias a mis hermanos musulmanes por el testimonio que me dieron.
Ana Rosa L.
Impotencia
Ante los escándalos y las broncas que nos ofrecen los políticos, no me parece suficiente con indignarse, quejarse y escribir cartas a los periódicos. Habría que actuar, ¿pero cómo? ¿Cómo podemos nosotros, que somos simples miembros de la sociedad civil, transmitir (o trasladar, como se suele decir) nuestro desacuerdo y nuestras ganas de reaccionar para poder darles un futuro digno a los jóvenes, para que la política dé un salto de cualidad, para devolver la moral a la vida diaria? ¿Con manifestaciones pacíficas en las calles? ¿Con congresos? Hablando con mucha gente compruebo que todos estamos hartos, pero nos sentimos impotentes.
No obstante, y para no parecer un pesimista empedernido, quiero decir que estoy profundamente convencido de que no son sólo los congresos y las manifestaciones los que hacen que la sociedad avance, sino que sobre todo avanza gracias al trabajo serio de millones de personas animadas por un profundo sentido del bien común. No me cabe duda de que su trabajo en la sombra es indispensable.
T. N.
Estados nacionales y Europa
La experiencia de Grecia, Irlanda y Portugal demuestra que si no hay instituciones económicas europeas fuertes e integradas, estos países habrían ido a la quiebra. Francamente, cada vez entiendo menos a los llamados “euroescépticos”, que querrían reinstaurar fronteras y volver a las antiguas monedas pre-euro. Para combatir esas tentaciones de cierre antihistórico que en momentos de crisis pueden encontrar bastante apoyo, creo que debería aumentar todavía más la interdependencia existente entre los Estados de la Unión Europea. Necesitamos políticos que sepan ver por encima de los problemas nacionales, que piensen a una escala mayor y promuevan proyectos de gran envergadura. En una palabra, necesitamos políticos de la talla de los padres fundadores de Europa, que después de la Segunda Guerra Mundial supieron poner las bases de una utopía que hoy es una realidad.
Mario Rodríguez
Aprobado con nota
Leo Ciudad Nueva desde hace tres años y tengo que decir que en general aprueba, y con nota alta. Nadie puede negar la importancia de los grandes artículos; sin ellos la revista sería algo demasiado distinto y en cierto modo vacío, pero no puede uno negar que una serie de secciones como «Palabra y Vida», «Escaparate Cultural», «Hablando de...» y el «Código 20» son una salsa que hace más sabroso el “guiso”. Enhorabuena otra vez por la revista.
Daniel Castillo