Es un tema amplio, complejo, con muchos matices. Algunos aspectos son muy visibles, como los plásticos: bolsas y envases de plástico, ropa acrílica, zapatillas, cajas, palés para el transporte… Desde hace tiempo se habla de ello pero se hace poco y su consumo aumenta. Se calcula que las islas de plásticos que flotan en los océanos tienen una extensión aproximada de cuatro veces la de España. Además del daño a las especies marinas, semejante masa de plástico algo influye en la temperatura de la atmósfera. Algunos estudios confirman que el plástico expuesto a la radiación solar emite metano y etileno, gases de efecto invernadero que contribuyen a que aumente la temperatura. Por otra parte, ¿cuánto microplástico hay en el estómago de los peces que acaba afectándonos a nosotros? En tierra firme el exceso de plástico es más visible. Las autoridades cambian leyes y normas con gran facilidad, pero pasa el tiempo, se discute sobre el asunto y seguimos casi igual.
Tampoco se presta suficiente atención a los residuos de la industria química. Dicen que una pila alcalina, que tarda más de cien años en degradarse, puede llegar a contaminar más de cien mil litros de agua, sin embargo se venden como churros. Y otra cuestión de actualidad es el dióxido de carbono y su nocivo efecto en el calentamiento global. A mi entender la solución pasa por crear bosques. El aumento de árboles generaría más oxigeno, suavizaría el clima y atraería la lluvia. Además, una regeneración de grandes extensiones de terreno sin vegetación crearía miles de puestos de trabajo. La madera podría reemplazar en muchas cosas al plástico, y además darle mayor uso como energía calorífica. Todo esto influye en el clima.
La Tierra gira sobre un eje inclinado, por eso tenemos verano e invierno, que no es rígido sino que tiene cierta oscilación. También gira alrededor del Sol con un movimiento ovalado que hace variar la distancia del Sol. El clima siempre ha sido cambiante y complejo, debido a la cantidad de factores que influyen. La forestación influye mucho, pero hay otros factores y además la naturaleza cuenta con recursos para equilibrarse. Las algas marinas también producen oxígeno y en cantidad mayor que los bosques; algunos científicos lo estiman en un 70%, frente a un 30% de los bosques. Pero también esto tiene su contrapunto: a mayor cantidad de algas, más cálidas serán las aguas.
Un aspecto del que hoy se habla mucho es la contraposición entre agricultura ecológica y no ecológica, como si fuesen enemigas. Son distintas en unos aspectos y complementarias en otros. Hay quien se toma una pastilla para los nervios y hay quien se toma una tila, son distintas soluciones y validas las dos. Hoy hablar de insecticidas es como hablar de veneno, por eso prefiero hablar de fitosanitarios, que comprende insecticidas, herbicidas, fungicidas, correctores de carencias para las deficiencias nutritivas y mejorar la producción. Todas esta cosas han desarrollado en el siglo XX –se siguen desarrollando– y han aumentado enormemente la producción agrícola y bajado los precios considerablemente. Antes la mitad de la población vivía en el campo y producía los alimentos necesarios, pero cuando venían plagas se pasaba hambre. Hoy con un 5% de población en el campo se produce mucho más.
