Era la supuesta vuelta a la normalidad con encuentros presenciales de los magnates, líderes empresariales y políticos, creadores de opinión y buscadores de relaciones (networking) al máximo nivel. Sin embargo, lo excepcional de las circunstancias ha sido la nota distintiva. La escena ha estado más dominada por lideres políticos que por presidentes de empresas y CEOs. Estos últimos han dado la sensación de ir a remolque de los acontecimientos y de factores exógenos que les superan y quedan fuera de su control.
Evidentemente no hay información de los temas que han prevalecido en las agendas privadas bilaterales, pero podemos destacar tres asuntos que han dominado los debates: la invasión rusa de Ucrania, la inflación y los efectos de la pandemia. La confluencia de una guerra en Europa y una pandemia histórica han generado lo más parecido a una erupción volcánica inesperada y, por tanto, de difícil reacción inmediata. El magma ha ido arrasando el escenario y el paisaje que existía antes de la erupción.
En circunstancias normales los asuntos de primera línea hubieran podido ser: la investigación que se está llevando a cabo en EEUU sobre lo acontecido el 6 de enero de 2021 con las consecuencias que ello puede tener para que Trump vuelva a ser el presidente de EEUU, o la actitud de China con su apoyo a Putin provocando a Occidente. En cambio, lo que nos han traído a la mesa es un menú de problemas muy variado, en la mayoría de los casos planteando muchas más preguntas que respuestas. Resumimos los que han sido objeto de mayor atención.
1. Las 3 “R”: Rusia, Rates, Recesión. Forman una cadena de eslabones, dos de ellos ya presentes y el tercero solo vislumbrado por algunos y dado por hecho por otros, al identificar factores que se dieron en las fases previas de recesiones anteriores.
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