logoIntroduzca su email y recibirá un mensaje de recuperación de su contraseña






                    




articulo

El Testamento de Heiligenstadt de Beethoven




En mayo de 1802 el gran Ludwig van Beethoven se retiró a descansar a Heiligenstadt, cerca de Viena. Allí, el 6 de octubre, redactó su Testamento de Heiligenstadt, en el cual desvelaba su grave sordera, algo difícil de admitir para un músico de su nivel. Dice entre otras cosas: «Nací con un temperamento ardiente y vivaz, pero pronto tuve que aislarme y vivir en soledad. He tratado de superar todo esto, pero la experiencia doblemente mortificante de mi mala audición me ha traído con dureza a la realidad. ¿Cómo habría podido decirle a la gente: hablad más fuerte, gritad porque soy sordo? ¿Cómo iba a confesar la debilidad de un sentido que debería poseer mucho mejor que los demás?».
Veamos que piensan al respecto Ciriaco y Federico, dos personas con serias limitaciones para comunicarse.
Ciriaco: El espíritu vivaz de Beethoven se vio sometido a dura prueba por su grave sordera. ¿Podría un músico mostrarse sereno y no aislarse teniendo una condición tan humillante?
Federico: Este escrito de Beethoven expresa muy bien la primera fase de la discapacidad, que nos concierne a todos, aun en distinta medida, porque todos tenemos experiencia de limitaciones. La primera fase es quedarse fijo en la limitación como si no existiera nada más en la vida. La segunda se da cuando logro desviar la atención hacia todo lo demás que la vida me da y que no son limitaciones. Y la tercera fase es descubrir qué me enseña la limitación y ponerlo al servicio del mundo. De este modo la limitación adquiere sentido y misión.

Leer más



Política protección de datos
Aviso legal
Mapa de la Web
Política de cookies
@2016 Editorial Ciudad Nueva. Todos los derechos reservados
CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

facebook twitter instagram youtube
OTRAS REVISTAS
Ciutat Nuova