Recientemente hemos visitado una parroquia en un barrio humilde de Madrid con la que colaboramos el verano pasado. En ella alojan a cinco familias y diez niños que no tienen otro lugar donde vivir. Conociendo su situación precaria, pensamos darles una alegría, sobretodo a los niños. Así que reunimos varias bolsas de juguetes, nuestros y de personas que conocíamos, y un grupo de nosotros fuimos a llevárselos para que tuviesen un bonito regalo por Navidad. Pasamos con ellos una tarde muy entretenida con muchos juegos. Los niños se divirtieron un montón y se les alegraron esas bonitas fechas navideñas.