Ciertamente no es una palabra de uso habitual, más bien la asociamos al ámbito eclesial y la pensamos en latitudes lejanas. Sin embargo no está dicho que «evangelizar» sea cosa solo de curas y misioneros. Es más, «la evangelización es la razón de ser de la Iglesia, de todos, también de los laicos». Así de contundente lo afirma Anna Almuni, delegada de Formación y Acompañamiento del Laicado de la diócesis de Barcelona, en un articulo publicado por el semanario Alfa y Omega (7-13 noviembre). «La evangelización –añade– es una misión que tenemos todos los bautizados. Todos tenemos que anunciar que Dios te ama, Él vive, Cristo te salva».

 

Estas y otras afirmaciones similares se han ido abriendo camino desde que, en el mes de octubre, empezó la fase diocesana de preparación del Congreso Nacional de Laicos, organizado por la Conferencia Episcopal, que tendrá lugar en Madrid del 14 al 16 de febrero. Entre otras cuestiones que involucran al laicado, se hablará precisamente de cómo realizar el «primer anuncio» en situaciones en las que cualquiera puede verse: a los padres de lo niños de primera comunión, a los novios, a los invitados a una boda o a quien asiste a un funeral, a los jóvenes, a las familias, a los alumnos o a sus padres, a personas en riesgo, refugiados, presos, enfermos… «Se trata de escuchar la voz del laicado», decía a primeros de noviembre en rueda de prensa Mon. Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla, ya sea durante el desarrollo del congreso, como durante toda la fase preparatoria, en la que ha sido posible participar mediante un cuestionario elaborado por la Conferencia Episcopal y disponible en distintas páginas web. En el caso de la diócesis sevillana, en torno a tres mil personas han participado, corroborando así la afirmación del arzobispo: «La Iglesia necesita hoy de vuestro apostolado».