Por rendir culto a la velocidad de reacción, un presidente se atreve a responder con un tuit de cuatro líneas a un complejo problema, como si todo se pudiera resolver con un chasquido de los dedos pulgar y medio. Se pretende aprender una lengua en pocas sesiones mediante supuestos trucos cerebrales o lingüísticos. Muchas personas ya no leen. Hay demasiadas cosas que reclaman nuestra curiosidad como para dedicar más de cinco minutos a un texto. Si el texto pasa de página y media, ni siquiera se intenta. Y el caso es que muchas veces lo que empezamos a lee nos gusta, pero enseguida empieza la comezón por cambiar, por ver otras cosas, porque lo importante es pasar. No sé si «haciendo caminos», que eso queda para los poetas, que además parecen aspirar a trazar estos caminos «sobre la mar». Mas bien parece fruto de la obsesión por el cambio, esto es, la incapacidad de fijar nuestra atención en un determinado contenido más de unos pocos minutos. En realidad se cambia por cambiar, igual que se zapea con el televisor. El objetivo es la acción de apretar un botón.

 

No todo es así. Cualquier virtuoso de un instrumento musical te diría que no hay forma ni truco para ahorrarse las horas de entrenamiento y ensayo necesarias para dominar el instrumento; un deportista de élite sabe bien que, sin entrenamiento, ni el más talentoso deportista llega a ninguna parte. Y un astronauta sabe de memoria cuantas pruebas, ensayos e intentos hay que hacer para alcanzar la preparación requerida.

 

El papa Francisco es un experto en comunicación. Casi cada vez que abre la boca deja un titular de prensa, con gran gozo para los periodistas. Y también de los fieles, porque lo entienden, no necesitan traducción ni interpretación. Pero no todo lo que dice se reduce a metáforas plásticas o ejemplos impactantes, tomados de la vida diaria. También son fundamentales en su proyecto alguno principios cuya significación no es evidente, ni está al alcance de todos. El tiempo es mejor que el espacio, el poliedro supera la esfera, ¿qué quiere decir con esto? Comprender estos principios y tantos otros parecidos es esencial para entender bien la reforma que Francisco sueña para la Iglesia.

 

Por eso Ciudad Nueva ha querido lanzarse a un nuevo proyecto editorial. Contando con la amplia base de expertos que el Movimiento de los Focolares tiene en los ámbitos de la espiritualidad, la teología, la pastoral y la misión, y sobre la base de la revista Ekklesia (editada en Italia pero nacida como proyecto internacional), se ha iniciado una nueva colección de libros, y no una nueva revista, para llegar no solo a los suscriptores sino a toda persona amante de los libros y de las librerías. La colección «Ekklesia, senderos de comunión» reúne diversas temáticas en torno al proyecto del papa Francisco, permitiendo así profundizar en su pensamiento.

 

Ya han salido los dos primeros libros o cuadernos. El primero lleva por título El sueño de una Iglesia sinodal y pretende profundizar en esa llamada del Papa a vivir la dinámica del encuentro, del caminar juntos, de salir al encuentro de los otros, de abrirse al dialogo. Toda una llamada para la Iglesia del tercer milenio. El segundo volumen se titula Mística del encuentro y quiere poner de relieve, a través de varios artículos, que la realidad que nace de vivir por el diálogo y el encuentro es algo más que un entendimiento o una nueva cordialidad humana. Es mucho más, es una realidad mística, la presencia de Cristo resucitado entre quienes intentan acogerse y amarse recíprocamente. De esta forma la propuesta del Papa se vincula con un aspecto de la espiritualidad de los Focolares que posee un alcance plenamente eclesial.

 

Y ya está a las puertas un tercer volumen, dedicado a estudiar y comentar el documento de Abu Dabhi, Documento sobre la Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común, que firmaron el papa Francisco y el gran imán Ahmad al-Tayeb, de la mezquita-universidad de Al-Azhar (Egipto) en febrero de 2019 y que ha sido definido por los expertos como una piedra miliar en las relaciones entre Cristianismo e Islam. Un ejemplo de como abrir vías nuevas si se posee la humildad y el coraje suficiente.

 

Siempre es una aventura lanzarse a estos proyectos. No hay certeza de que se puedan cumplir todas las expectativas, pero seguro que muchos querrían y podrán encontrar las raíces de donde nacen las propuestas de Francisco hojeando esto libritos, y esta vez sin tener que adquirir esos librotes densos y costosos que suelen elaborar los teólogos. Me parece una oportunidad capaz de responder a una exigencia de este tipo y que además está al alcance de las posibilidades de muchos.