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Angeli

Clara Arahuetes

Angeli. Las Edades del Hombre. Hasta noviembre. Lerma (Burgos). Ermita de la Piedad, Iglesia de San Pedro, Monasterio de la Ascensión.


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Han pasado más de tres décadas desde la primera exposición de Las Edades del Hombre en la catedral de Valladolid en 1988. Desde entonces ha crecido su prestigio a nivel nacional e internacional. Se puede decir que Las Edades del Hombre es el proyecto cultural por excelencia de la Iglesia de Castilla y León, donde se unen devoción y arte y se promueve la conservación y difusión de su patrimonio artístico. En esta ocasión se ha elegido Lerma para celebrar su XXIV edición, con un tema poco tratado: los ángeles. 
 
La villa ducal de Lerma es un conjunto urbano de estilo barroco, único en Castilla y León. Situada en un lugar estratégico, bañado por el río Arlanza, hizo de frontera durante la reconquista cristiana. Su aspecto actual se debe en gran parte a Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, duque de Lerma y valido de Felipe III durante veinte años. Con el traslado de la corte a Valladolid en 1601, el duque creó su propia corte en esta villa a la que acudían personajes relevantes, como Góngora o Lope de Vega, y donde se celebraban fiestas y banquetes en honor de los reyes de España. De 1600 a 1617 Lerma creció bajo el patrocinio del duque, que mando construir uno de los conjuntos histórico-artísticos mejor conservados de España. En el intervinieron los arquitectos más importantes de la época: Francisco de Mora, Juan Gómez de Mora y Fray Alberto de la Madre de Dios. Desde el palacio del duque existía un pasadizo que lo unía a la Iglesia de San Pedro, al monasterio de la Ascensión, al convento de Santa Teresa y se prolongaba a lo largo de la plaza Mayor. Esto permitía que el duque accediera a las celebraciones litúrgicas sin tener que salir a la calle. Las paredes del pasadizo estaban decoradas con obras de arte.
 
La exposición Angeli se enmarca en el servicio catequético y evangelizador de Las Edades del Hombre y se desarrolla en tres iglesias: la ermita de La Piedad, la Colegiata de San Pedro y la Iglesia de la Ascensión. Se exponen noventa obras entre pinturas, esculturas, relieves, orfebrería, libros, textiles…, que se organizan en cinco capítulos: ¡Ángeles del Señor, bendecid al Señor!; Los Ángeles le servían; Santo, Santo, Santo es el Señor; Ángeles y demonios; y La Nueva Jerusalén. El objetivo de la muestra es acercarnos a la realidad espiritual de los ángeles. Aunque constituyen un mundo misterioso, los ángeles no son realidades simbólicas, fantásticas o mitológicas. Su existencia ha sido revelada por Dios y por tanto forman parte de los contenidos de la fe católica. La palabra ángel deriva del latín angelus que a su vez es una transcripción del griego angelos, que significa mensajero.
 
La visita comienza en la ermita de La Piedad, aquí tiene lugar la recepción de los visitantes y se muestra un video introductorio. En la Colegiata de San Pedro encontramos cuatro de los capítulos de la muestra. La primera parte representa la presencia de los ángeles en el Antiguo Testamento. En este capítulo vemos obras como: Santísima Trinidad con los Arcángeles, La Hospitalidad de Abraham, Alegoría de la Inmaculada Concepción de Ambrosius Benson y el gran tapiz Sacrificio de la Ley Mosaica. Después vemos que los ángeles son transmisores de la palabra de Dios y acompañan a Cristo durante su vida terrena, desde su encarnación a su ascensión. Algunos ejemplos: Anunciación de Felipe Bigarny, Sagrada Familia de Gregorio Fernández y Las tres Marías en el sepulcro.
En el capítulo III contemplamos a los ángeles en la vida de la Iglesia y en la liturgia. También en la vida de los fieles, desde la infancia hasta la muerte. La devoción al ángel custodio surgió en Francia en el siglo XVI y los jesuitas la propagaron hasta conseguir que su culto apareciera en el catecismo de Pío V, de 1566. Posteriormente, por influencia de algunos santos, en 1615 se introdujo el oficio de los ángeles custodios el día 2 de Octubre y después su fiesta en 1670. En este apartado hay que destacar algunas obras como la Custodia del siglo XVIII, Ángel de la guarda o custodio de Aniello Stellato.
 
En Ángeles y demonios se simboliza la victoria del bien contra el mal, donde el protagonista es el arcángel San Miguel que vence al demonio. El año 745 un concilio convocado por el papa Zacarías en San Juan de Letrán, instituyó la fiesta de los tres arcángeles el 29 de Septiembre, a cada uno se les asigna una tarea. Gabriel, cuyo nombre significa fortaleza de Dios, es el mensajero por excelencia, el que anuncia a Zacarías el nacimiento de Juan y a María el de Cristo. Rafael, medicina de Dios, es el guía de Tobías. Miguel, ¿quién como Dios?, es el capitán de los ejércitos celestiales que derrota a Lucifer y a los ángeles rebeldes. Un ejemplo: San Gabriel, San Rafael y San Miguel Arcángeles de Gregorio Fernández.
 
La exposición se cierra en el Monasterio de la Ascensión con La Nueva Jerusalén, con imágenes de la Jerusalén celeste. Entre las obras expuestas vemos el altorrelieve en granito del siglo XIII Protección de la Madre de Dios y La Coronación de la Virgen de El Greco. El artista crea una cascada de nubes en los laterales que forman un gran trono central, donde sienta a Dios Padre y a Dios Hijo. En el centro la Virgen alza su mirada a lo alto, mientras que un grupo de niños ángeles revolotean alrededor dando la sensación de movimiento. r




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