El pasado 2 de septiembre el papa Francisco recibió en audiencia privada a María Voce y Jesús Morán, presidenta y copresidente de los Focolares. «Llevad adelante la profecía de Chiara», fue la recomendación insistente del pontífice. En declaraciones posteriores, María Voce definió el momento como «de una cordialidad extraordinaria» y resaltó que «el encuentro se asentó sobre una gran confianza y una gran apertura». El Papa no dejaba de decir: «Seguid así, seguid así».
Entre los temas de la conversación que Voce y Morán han dejado traslucir, cierto desaliento del Papa al ver que hay obstáculos para la paz y conflictos entre cristianos. «Incluso en el seno de la Iglesia –decía Francisco– algunos piensan de otra forma. ¿Será posible que no aprendamos nada de la historia? He llorado cuando he oído ciertas afirmaciones contra la paz y contra la comprensión recíproca». Y es que, comenta Morán, el Papa «está muy dolorido porque ciertos enfrentamientos siguen provocando muerte», de ahí que no haya dudado en asegurarle al papa Francisco: «Nosotros apoyamos lo que usted hace, defendemos su pensamiento».
Una de esas proverbiales sentencias de Francisco: «A veces es mejor pedir perdón que pedir permiso», viene a confirmar que somos humanos y podemos equivocamos, pero lo bueno de equivocarse es que luego se puede pedir perdón.