Confiésenlo. Hasta que no salió en las noticias la elección de «microplástico» como palabra del año elegida por parte de la Fundación del Español Urgente, ¿cuánto se habían detenido a pensar en el efecto de estas microesferas que usamos casi a diario?
Se trata de un invento que lleva veinte años en el mercado y es utilizado como exfoliante o para dar color y textura a productos como la pasta de dientes, el gel de baño, detergentes, protectores solares y hasta para fibras sintéticas de ropa. Su diámetro es inferior a 5 mm por lo que los sistemas de filtración de aguas residuales no logran eliminarlos y acaban en ríos y océanos, donde son ingeridos por aves, peces y otras especies marinas.