Ante las guerras, las dictaduras y los genocidios, hay que hacer memoria del bien.
Leyendo la novela de Mark Twain, Las aventuras de Huckleberry Finn, te topas con un un episodio interesante: el joven protagonista encuentra en el Misisipi a Jim, un esclavo negro que intenta escapar de sus amos. Según las leyes del momento, estaba prohibido prestar ayuda a un esclavo en fuga, pero Huck, tras un sufrido diálogo con su conciencia, decide violar la ley y ayudar a Jim. Este episodio nos lleva a reflexionar sobre el papel de la conciencia moral y su relación con la verdad, la ley y la autoridad. Huck siente un angustioso contraste entre la ley y su conciencia.