Mientras los gobiernos incumplen compromisos, la Iglesia llama a acoger, proteger, promover e integrar a emigrantes y refugiados.
Las cifras de acogida, tanto en España como en Europa, ponen en evidencia la falta de compromiso real ante uno de los dramas sociales más importantes del siglo XXI. España se había comprometido a reubicar a más de 17.300 refugiados entre septiembre de 2015 y 2017. En total, no han llegado ni 2.000 personas; solo un 11%.