La persona que pide a la salida de una iglesia, del metro o de un supermercado, el que duerme en el cajero de una sucursal bancaria, el que busca en la basura... Es el estereotipo que surge al pensar en un «pobre».
En España hay 1.025.736 personas que se encuentran en la peor situación económica y social posible, pero otro dato es aún más escalofriante: 12.989.405 personas en riesgo de pobreza y exclusión social.
La cifra es un 0,7% inferior a la del año pasado, pero nos sitúa lejos del compromiso fijado con la Unión Europea en 2010. Para cumplirlo, debería reducirse en 2,8 millones el número de estas personas en dos años. Difícil, por no decir imposible, ¿verdad?
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