El 24 de noviembre de 1859 Charles Darwin publicó uno de los libros que más han conmocionado el pensamiento: El origen de la especies. En él introducía la teoría de que las poblaciones evolucionan a lo largo de generaciones mediante un proceso de selección natural: las más aptas y adaptadas al entorno son las que prosperan. También presentaba pruebas de que toda forma viviente procedía de un antepasado común a través de un patrón ramificado de evolución. 

 

En 1871, Darwin publicó otro libro revolucionario: El origen del hombre. Aplicando la teoría de la selección natural a la evolución humana, deducía que la especie humana estaba emparentada con los grandes simios africanos más que con cualquier otra especie. Hoy la teoría de la evolución está muy ligada a la genética, siendo las mutaciones genéticas y la selección natural las bases de la evolución biológica.