logoIntroduzca su email y recibirá un mensaje de recuperación de su contraseña






                    




articulo

Había una vez unos abuelos

Ana María Gatti

Había una vez unos abuelos… ¡Y todavía los hay!
Había una vez unos abuelos… ¡Y todavía los hay! Había una vez unos abuelos, ésos que siempre están cuando papá y mamá tienen poco tiempo; ésos que cantan canciones de cuna de otra época y que aún te suenan, aunque hayan pasado seis años... Ésos que se inventan trabalenguas sobre la marcha y no sabes cómo, y luego te dicen: «Ésta es como tu casa». Y no les importa si se la dejas un poco patas arriba, sólo un poco. Ésos que te entienden cuando tienes un berrinche y no te hacen preguntas. Ésos que, si lloras, te cogen en brazos, te hacen cosquillas y se te pasa todo. Y si tienes un amigo, lo quieren conocer; y si no tiene abuelos, entonces se vuelven abuelos suyos también. Son ésos que, cuando vas a su casa, te preparan tu plato preferido. Y a veces vienen a tu casa y se quedan, pero luego por la mañana ya no están porque papá y mamá han vuelto, y entonces te preguntas: «¿Habrán vuelto a su casa?». Son ésos que te enseñan a rezarle al ángel de la guarda, y ellos mismos parecen ángeles, aunque tengan el pelo un poco blanco y ni vuelen ni nada. Ésos que si no los tiene cerca, te hablan siempre por teléfono; ésos que uno quisiera tener para ir de vacaciones a la playa o a la montaña; ésos que, si no existieran, habría que inventarlos. Son ésos que, aunque papá y mamá ya no vivan juntos, lo disimulan y para ellos no cambia nada; ésos a los que ya no puedes ver, pero los sientes muy cerca, aún más cerca, con el corazón. ¡Menos mal que hay abuelos!



  SÍGANOS EN LAS REDES SOCIALES
Política protección de datos
Aviso legal
Mapa de la Web
Política de cookies
@2016 Editorial Ciudad Nueva. Todos los derechos reservados
CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

facebook twitter instagram youtube
OTRAS REVISTAS
Ciutat Nuova