Perdonar, superar el odio y el dolor
Willie y los JóvenesDesde México nos llega el impresionante testimonio de perdón de un joven por un mundo unido en un país donde los narcotraficantes imponen su ley de la violencia.
Desde México nos llega el impresionante testimonio de perdón de un joven por un mundo unido en un país donde los narcotraficantes imponen su ley de la violencia.
Me llamo Willie y vivo en Torreón, México. La violencia ha tomado posesión del país a causa del narcotráfico: el miedo, el odio y la desconfianza envuelven a muchas de nuestras ciudades. Han estallado luchas entre bandas rivales por el poder sobre el territorio, provocando la masacre de muchos jóvenes inocentes en bares, discotecas y en otros lugares públicos. Familias enteras amenazadas se han visto obligadas a esconderse o a huir a otras ciudades.
Uno de estos jóvenes asesinados era mi primo Mauricio, quien, de regreso a casa después de la inauguración de un bar, fue asesinado junto a otros jóvenes por narcos que dispararon a la multitud. Para mí fue un golpe muy duro que me causó gran desconcierto y rabia: «¿Por qué?». Podía elegir entre empezar a odiar o continuar amando.
Dos días después, durante una reunión familiar, llegó un pariente, muy contento, diciendo que se había hecho justicia: habían encontrado los cuerpos de 10 jóvenes, presuntos culpables de la matanza. Eso me causó un dolor todavía mayor. Tenía claro que no es con la venganza y con el odio como se resolverá la situación. Tenía claro también que yo podía perdonarlos. Quería hacer mi parte y aunque ya no podía volver a tener a mi primo cerca, podía seguir amando a todos los que tenía a mi lado.
Con mi grupo de amigos, continuamos con mayor fuerza y decisión las acciones de los Jóvenes por un Mundo Unido para difundir de mil maneras el amor, con la certeza de que juntos podemos frenar la violencia y devolver a nuestro país ese ambiente de paz, armonía y hospitalidad que desde siempre ha caracterizado a nuestro pueblo.
Así, seguimos realizando actividades, como la Fiesta de la Amistad, que realmente pretendía suscitar relaciones nuevas. Con los fondos que recogimos, ayudamos a un chico que se había quedado paralítico a causa de un accidente. Después decidimos hacer algo más, y fuimos al estadio de fútbol para distribuir calcomanías y carteles con el mensaje: «La paz nace del Amor».
En Torreón realizamos también otras actividades con los jóvenes por un mundo unido, pero sobre todo en la vida diaria con pequeñísimos actos de gran Amor para generar la fraternidad universal.
Willie y los Jóvenes
por un Mundo Unido
de Torreón (México)
LÉANOS
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