En los tiempos que corren no faltan comentarios pesimistas sobre la situación actual. Que si la cosa está muy mal porque no hay trabajo; que si recortes para arriba, sueldos para abajo y un largo etc. Pero hay una frase que dice: «La necesidad agudiza el ingenio». Y así es como, siguiendo esta máxima y llenos de esperanza, nos preparamos para participar gustosamente en el Genfest 2012.
«Yo soy Maritxu, una joven de Bilbao que no se quiere perder la oportunidad de participar en esta gran fiesta para los jóvenes que se celebrará en Budapest. El problema es cómo costear el viaje, ya que hay que pensar en estancia, comidas, vuelos… Por eso, en diferentes partes de España y del mundo se está buscando la manera de recaudar fondos. Por ejemplo, nos ha llegado la propuesta de vender agendas y camisetas del Genfest, cuyo diseño, por cierto, se ha realizado mediante un concurso abierto de jóvenes. Además, cada joven desde su propia situación busca formas de subvencionar el viaje. Hace un mes una familia me propuso cuidar a sus niñas durante las vacaciones de Semana Santa. Me pareció una buena idea aceptar la propuesta y les dije que sí, sin esperar nada a cambio. Es verdad que necesitaba dinero para el viaje y que eran muchos días de trabajo, pero pensé que tenía que hacer esto como un acto de amor y que ellos me pagasen lo que pudieran. La experiencia, aunque ha sido durilla en algunos momentos, porque son cuatro niñas pequeñas, “mis chiquis”, ha sido muy enriquecedora y también he disfrutado haciéndola. Para estos días, la clave ha sido estar situada en el amor. Y, al final, ¡he cubierto prácticamente el coste del vuelo!».
«En mi caso –soy Jon de San Sebastián–, la primera actividad para recaudar fondos que se nos ocurrió fue montar un puesto en el mercado de segunda mano de la ciudad. Comenzamos pidiendo colaboración, conscientes de que en toda casa existe algún objeto olvidado, pero valioso. Así es como se promocionó la actividad e incluso recibimos una valiosísima ayuda por parte de la pastoral juvenil de la diócesis. Yo personalmente dediqué una tarde entera a limpiar objetos como una cafetera, una lámpara, vinagreras y un largo etc. Recibimos todo tipo de objetos como pulseras, radios, libros, cuadros, peluches y hasta una guitarra.
»El 24 de marzo bajo un radiante sol de primavera nos plantamos en pleno centro de la ciudad para ofrecer nuestros artículos a todo el mundo. Los precios eran de “amigo”, de modo que todos quedaban satisfechos con su compra. Es así como prácticamente hemos conseguido cubrir los gastos de una inscripción para el Genfest».
Por último, con el deseo de que todos puedan conocer y participar de esta bonita experiencia del Genfest decidimos abrir una página en Facebook Voy al Genfest, donde compartir los pequeños actos que estamos realizando, es decir, ¡vivimos desde ya construyendo puentes!
LÉANOS
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