logoIntroduzca su email y recibirá un mensaje de recuperación de su contraseña






                    




articulo

Periodismo y valores

Laura Ramírez Sánchez (Europa Press)

«El periodista, el comunicador, es una persona que no sólo da cuenta de lo que sucede, sino que sabe dar vida a la realidad misma, valorándola e interpretándola correctamente».
Reproducimos una entrevista realizada por Europa Press a Michele Zanzucchi, director de la revista Città Nuova, quien estuvo recientemente en Madrid con motivo de la presentación del libro «¿Qué tiene que ver María de Nazaret con los medios?», del cual es coordinador. El libro, publicado originalmente en italiano, ha sido ahora co-editado por Ciudad Nueva y la Fundación Crónica Blanca. –¿Por qué nace la idea de recopilar más de 70 comentarios de profesionales de la comunicación sobre el texto de Chiara Lubich «María y la comunicación»? –La idea nació al final de un congreso de 700 profesionales de la comunicación del mundo entero, celebrado en Roma y promovido por NetOne, una red que coordina a los operadores de los medios de comunicación próximos al Movimiento de los Focolares. Chiara Lubich acababa de pronunciar un discurso apasionado en el que, mirando a María de Nazaret, había apuntado más de setenta características distintas de un comunicador que pretende ser un factor de cohesión social, que quiere vivir su trabajo no sólo como un medio de sustento o un modo de realizarse profesionalmente, sino además como un servicio a la sociedad. A algunos de los participantes les pedí que ilustrasen una de las características evocadas por Chiara Lubich mediante alguna experiencia de su vida profesional. –Y ¿qué aspectos comunes se encuentran entre la vida de María y la comunicación mediática? –No son pocos los aspectos comunes. Yo diría que, al menos, las 70 características mencionadas por Chiara Lubich son otros tantos aspectos comunes. Pero creo que todos éstos se pueden resumir en un solo hecho: María es el silencio sobre el cual Dios habló. Al dar a luz al Hijo de Dios, la Palabra, María efectuó el acto comunicativo por excelencia, que, más que hablar, es «dar la palabra». –Dice Lubich que los periodistas podemos aprender de María a no huir de los dramas y a respetar la verdad. ¿Por qué? –Con su comportamiento y con sus poquísimas palabras, María de Nazaret le dice al periodista que no se debe mirar a las vicisitudes del hombre como a un conglomerado caótico de noticias y de exclusivas, sino como una expresión de la realidad humana a base de verdades y de mentiras, de dramas y de alegrías. A cada uno de estos aspectos hay que acercarse con respeto y con cuidado, buscando no sólo la verosimilitud de los hechos, sino también su verdad intrínseca, que en muchos casos no es lo que aparenta. Demasiadas veces, por la prisa que tenemos en nuestra vida profesional, no somos capaces de verificar las fuentes, de entrevistar como es debido a los protagonistas, de respetar el dolor y de no inflar los hechos. No sólo es moderación lo que nos enseña María, sino atreverse a la verdad. –¿Qué quiere decir Chiara Lubich cuando señala que María, “la Desolada”, se convierte en la protectora de los medios de comunicación? –Quiere decir que al aceptar la muerte en la cruz de su Hijo, la Palabra, María es como un «cuarto oscuro» en el que las imágenes, que llegan invertidas, se rectifican. El periodista, el comunicador, es una persona que no sólo da cuenta de lo que sucede, sino que sabe dar vida a la realidad misma, valorándola e interpretándola correctamente. –Además, dice que María enseñará a los comunicadores a «armarse de silencio». Teniendo en cuenta que en su mensaje para la jornada de las comunicaciones de este año el papa alude precisamente al silencio, ¿por qué es tan importante? –Cualquier acto comunicativo se compone de silencio y de palabra. Hay un silencio antes de la palabra; hay un segundo silencio, el que se interpone entre una palabra y otra, entre una frase y otra; y está el silencio que marca el final de la comunicación. Sin silencio, la palabra sería cacofonía, sería verborrea sin sentido, sin fin. Todo comunicador, inclinado por propia naturaleza a hablar o a dar la palabra, debe ser también capaz de silencio, antes, durante y después del acto comunicativo. –A lo largo del libro se suceden muchas virtudes: misericordia, fe, caridad, verdad… ¿También deberían ser aplicables a los medios? –Estas características sirven en primer lugar para describir a los comunicadores más que a los medios, que son instrumentos inanimados. Pero también es verdad que estos adjetivos y características se pueden aplicar también, en mayor o menor medida, a los medios de comunicación social. Siempre hay que tener mucha precaución al pasar de un comunicador a un medio, pero por analogía se puede también decir que un medio es caritativo, atento o veraz. –¿Cree que se están perdiendo los valores del periodismo en la actualidad? ¿Por qué? –No creo de modo genérico que se estén perdiendo los valores en la comunicación. Conozco a infinidad de operadores de los medios que, al contrario, precisamente porque el momento es difícil, ponen todo su empeño en encontrar los valores justos en la comunicación. Por ejemplo NetOne, Crónica Blanca… Es cierto que las presiones del poder y de la economía están también convirtiendo el mundo del periodismo en un mundo del espectáculo, donde triunfa el infotainment [información mediante fórmulas de entretenimiento] y la seriedad del trabajo se ve muy menoscabada por la velocidad laboral, que impide pensar. Pero también es el momento en que, para sobrevivir y para vivir, los comunicadores deben redescubrir valores auténticos, resumibles en una expresión que muchos de ellos utilizan para justificar su trabajo: «Lo mío es una misión». El 16 de febrero tuvo lugar en la sede de la Fundación Crónica Blanca, en el madrileño Paseo de la Castellana, la presentación del libro: «¿Qué tiene que ver María de Nazaret con lo medios?». Junto a un nutrido grupo de personas, participaron en la presentación Paloma Gómez Borrero, periodista y corresponsal de varios medios en el Vaticano, Manuel Mª Bru, presidente de la Fundación Crónica Blanca, Michele Zanzucchi, director de la revista Città Nuova y coordinador de la obra, y Gabriel Revuelta, director de la Editorial Ciudad Nueva. Con su buen hacer, Paloma Gómez Borrero elogió tanto el contenido del libro como la figura de Chiara Lubich, de quien parte la inspiración de proponer a María de Nazaret como modelo del comunicador. Además de las muchas anécdotas de su vida profesional, refirió también ejemplos de cómo una misma noticia puede ser transmitida con distintos enfoques según la interpretación que de la misma haga el periodista, augurando que la tarea del comunicador sea lo más transparente posible. Manuel Mª Bru explicó que se había elegido como título del libro una pregunta provocativa que diera paso a una respuesta propositiva para renovar el mundo de la comunicación social. Por último, Michele Zanzucchi, coordinador de la obra, afirmó que María de Nazaret puede ser un ejemplo para los informadores que deben «acercarse con respeto y con cuidado» a la actualidad, buscando «no sólo la verosimilitud de los hechos, sino también su verdad intrínseca, que en muchos casos no es lo que aparenta».



  SÍGANOS EN LAS REDES SOCIALES
Política protección de datos
Aviso legal
Mapa de la Web
Política de cookies
@2016 Editorial Ciudad Nueva. Todos los derechos reservados
CONTACTO

DÓNDE ESTAMOS

facebook twitter instagram youtube
OTRAS REVISTAS
Ciutat Nuova